martes, 14 de abril de 2015

GO FAR


O Halcón Milenario presenta o venres ás 20:30 unha exposición de pintura que merece a pena ver. Deixovos o texto escrito por Juan Carlos Román e o cartel das datas e hora

Guillermo Moreno, un flâneur al volante
Juan Carlos Román

Al contemplar las pinturas de Guillermo Moreno, el espectador tiene la sensación de que está de viaje, que se mueve, que aquello que contempla es producto de una cierta transitoriedad. Son imágenes construidas que albergan espacios por donde viajamos; carreteras, grandes superficies, aparcamientos y vehículos, pero más que territorios con los que podemos conectar e interiorizar, son, lo que Marc Augé denominó como no-lugares. Los no-lugares son, para Augé, zonas no antropológicas que se desechan ya que al transitar velozmente por ellas no quedan en el recuerdo. Una amnesia, que si bien parece próxima a los versos de Antonio Machado (caminante, no hay camino….), contrasta cuando confiere al camino ese tiempo como espacio poético. Los no-lugares de Guillermo Moreno producen una cierta angustia que parece situarse en el imaginario de la pintura flamenca contemporánea. Como viajeros, también de un tiempo,  su pintura se detiene en la recreación de espacios cargados de soledad (Dirk Skreber), en arquitecturas sobreactuadas (Martin Kobe) y en una cierta opresión metafísica por el desconocimiento que tenemos de aquello que podemos encontrarnos a la vuelta de la esquina (Matthias Weischer). Su pincelada es nerviosa, como con prisa, no llegando a terminar ni tapar los planos, ya que tal vez desea “salir, saltar” de un cuadro a otro. Ese pintar de mancha fugaz, de barrido (Adrian Ghenie) se complementa con una temática transicional, aquella que no le permite “apagar” el motor nunca.

Guillermo es un pintor en movimiento, un artista fugaz, que responde a una inquietud desbordante. La luz, la composición y el color le sitúan en “centroeuropa”, en una suerte de caminos aún por andar.


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